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Todo es culpa de la lluvia

Historia corta por Maya Cohen

 

 

 

"Todo es culpa de la lluvia" dijo Aviv en silencio, cuando estaba cortando una cebolla para la ensalada.  Su mano, que estaba trabajando como un robot sin control, fuera de su cuerpo, cortaba y picaba la cebolla en pequeñisimos pedacitos.

 

Inmediatamente va a hacerse daño y va a cortarse un dedo. Mejor.

 

Unas pocas gotas de sangre participarán muy bien con la piscina del lágrimas que estaba creciendo sobre la tablade cortar y añadirán un dulce sabor a esta salsa salada.

 

Un poco de color rojo que dibujará el negro que teniá en su alma.

 

Las lágrimas brotaban de su cara sin control y no solamente por la cebolla.

 

Era como una competencia entre sus lágrimas y las lágrimas del cielo, la lluvia que todavía estaba cayendo, llamando a la ventana como un recordatorio que todo era por su culpa.

 

Todo era culpa de la lluvia- y ella, no tenía que subir a las gradas, descargar la ropa de invierno de los armarios altos. Si no por ella- no tendría que descargar las chaquetas largas para ponerlas en el lugar donde estaba la ropa de verano.

 

Pero hoy es invierno. De repente. El llegó al final de septiembre, cuando en otros paises había otoño- la estación que estaba en el calendario europeo, pero aquí ni escuchamos sobre eso, y las unicas hojas amarillas eran las hojas que estaban secas en su olla.

 

Y ahora ya era demasiado tarde. Ella murió.  Y no solamente la olla. Aviv  tambien murió un poco.

Si no fuera por esta lluvia- no hubiera tenido que decargar su abrigo marrón y una nota amarilla no hubiera caido de su bolsillo: "Te amo, y te extraño, tengo nuestras vacaciones en París dentro mi corazon. Esperando al proximo viaje".

 

!!!!!París!!!!! El invierno pasado el fue a un encuentro de negocios, pero ahora ella sabía con quien se encontró y cuales eran sus negocios.

 

En este invierno él le dijo que ella era la única para el. Fue un invierno muy frío, la lluvia caía a torrentales, pero  juntos, bajo de  las mantas, se sentía muy calientita.

 

Ahora sabía que el había estado muy calientito tambien, pero no solamente con ella.

 

Y ahora esta lluvia otra vez, que molesta y recuerda y no permite olvidar

.

La nota descubrío muchas pistas que ella no quería mirar: una señal de lápiz  de labios sobre su camisa, llamadas telefonicas misteriósas y muchos otros signos de interrogacíon.

 

Todo es culpa de la lluvia.  

 

El llama, ella no contesta y deja que el contestador automático responda. "Hola querida, estoy en Rosh Pina, en una conferencia, y creo que no volveré a casa porque esta lloviendo mucho. Voy a dormir en el  hotel, muy solo, pensandando en tí. No quiero conducir en esta lluvia. Te amo".

 

El Fin

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